jueves, 20 de diciembre de 2007

La Curva del estress

Esta mañana una reflexión ha acudido a mi humilde voluntad de escribir líneas para recordar en ese disco duro medio dañado que es la memoria.

¡La curva del estress! Cuando nacemos todo es felicidad, alegría y nocturnidad diurna... todo es medio bonito, siempre hay problemas claro, aunque solo son temporales... sin embargo el estress no existe, no tiene cabida en un mundo de nuevas experiencias que ilusionan y despiertan a partes iguales.

Pero todo cambia cuando la edad corrompe, cuando el tiempo ya solo pasa para andar en lo andado, para darle más vueltas a lo rodeado. En ese momento empieza el estress... la ilusión desaparece y la rutina envuelve nuestras alas en un continuo ida y vuelta que solo desencadena la imposibilidad de liberar esas pequeñas celulas que alegraban el día a día...

Continuará cuando Dios quiera...

Dios, o el Tentáculo ha querido que se retome diez minutos después. Causas ajenas a mi voluntad desencadenaron la inoportunidad de continuar con estos bonitos párrafos que despiertan interés maleficio y posición lastrada hacia la pantalla del ordenador. Que bonito es vivir.

El estres hacer aparición cuando no hay posibilidad de limitarse al sentimiento

Dios ha vuelto a cortar este ídilio entre lector y escritor, ya se retomará cuando menos se espere, en ese lugar circunstancial del destino en que todo ocurre de manera predeterminada por quien no quiere saber que será del ser.

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